Los tiempos han cambiado y los estereotipos respecto al rol que tiene una mujer en la sociedad se van transformando, vivir la época del “empoderamiento femenino” deja un estrecho límite para las mujeres que aún piensan en la familia como un buen camino para su realización, pero ¿en qué momento esto se volvió una regla inapelable para ganarnos el respeto y aprobación de una sociedad de mujeres cada vez más duramente juzgadas?
¿En qué momento esto se volvió una regla inapelable para ganarnos el respeto y aprobación de una sociedad de mujeres cada vez más duramente juzgadas?
Situándonos en el contexto mexicano un par de generaciones atrás a la nuestra, las mujeres tenían como prioridad principal formar una numerosa familia; hoy parece que esto dejó de ser un requisito para el género, las expectativas han cambiado, la mayoría de las mujeres actuales sueñan con terminar una carrera, tener su propio negocio, viajar o hasta tener un perro antes de formar una familia.
El problema, pienso, no son las preferencias o expectativas que pueda tener una mujer para determinar su éxito personal, el verdadero problema es la dura etiqueta que sin querer se está formando para las que no deciden seguir ese camino.


El matrimonio es una aventura donde nunca estarás sola
Yo me casé antes de los 25 y estoy plenamente feliz, tranquila y sobre todo siendo fiel a mi misma, creando metas y proyectos, pero ahora con un compañero de vida. Esto no quiere decir que vaya en contra de esta nueva generación de mujeres con visión e independencia.
Hoy en día la mujer ha luchado por erradicar un sistema machista y patriarcal, esto nos ha ofrecido de diferentes formas la libertad de decidir sobre nuestros planes, proyectos, nuestro cuerpo, y pensamientos.
Pero yo te pregunto siendo una mujer que día a día lucha contra este sistema ¿tienes que dejar de soñar con el día de tu boda y formar una familia con alguien?
Se ha creado un gran tabú en esta nueva era y es el de casarte antes de una cierta edad, en este caso los famosos 25 o como lo llamamos ahora la era de los 20.


No me dejarás mentir que más de una vez has escuchado o te han dicho, “no te cases antes de los 25”, “aprovecha” o la típica “disfruta ahora porque cuando te cases nada será igual”.
Como te conté anteriormente ahora estoy casada, recién egresada de una licenciatura y de 24 años, sigo soñando, disfrutando mis 20 s y aferrada a la idea de que, no tienes que dejar de soñar por culpa de ideas que solo refuerzan que la dureza siempre tiene que ser parte de un sistema; si luchamos por ser libres eso quiere decir que tengo la libertad de decidir la edad en la que quiero compartir mi vida con alguien, esto sin ser juzgada o presionada.
Pero sobre todo que puedo y debo seguir luchando por mis objetivos y metas.
El punto medio en este tema está en encontrar aquella persona que esté fuera del sistema antiguo, aquel o aquella que estén dispuestos a formar un equipo y apoyarse mutuamente en sus metas y proyectos.


El matrimonio no es lo último en tus planes, considero que es el principio de una aventura en donde nunca estarás sola.
Así que “disfruta mientras puedas” pero sobre todo “disfruta como quieras”, quizá ser fiel hasta el último momento a tus deseos y estándares de éxito personales es el mayor acto de valentía y empoderamiento femenino, y de esta forma le estarás dando sentido a años y años de lucha de mujeres que jamás pudieron elegir la vida que querían para ellas.