La firma Golden Gosse es mas conocida por ser la marca de lujo qué revoluciono las zapatillas, esta marca fue fundada en Venecia, y se ajusta al nuevo paradigma de lo exclusivo.


Sus zapatillas generan polémica y han abierto un debate sobre ¿cómo pueden costar unas playeras, desgastadas y sucias más de 400 euros? Son tendencia, sobre todo desde que los almacenes Barney’s en Madison Avenue de Nueva York las pusiera a la venta y se convirtieran de moda en la Gran Manzana. Las zapatillas, que se distinguen además por la estrella que llevan en el lateral, forman parte de una de las colecciones de la firma italiana de lujo Golden Goose, una de las marcas más exclusivas y aspiracionales del momento. Lo avalan varios hechos. Por un lado, la juventud de la compañía, que nació hace tan solo 17 años, en una antigua fábrica de Marghera (Venecia, Italia), fruto de la creatividad de dos emprendedores, ajenos hasta entonces al mundo de la moda, Francesca Rinaldo y Alessandro Gallo.


Por otro lado, Golden Goose apuesta desde el inicio por diseñar colecciones de prendas y complementos discretos, diferentes, con un estilo refinado y un aire vintage. Eso sí, la confección es artesanal. Los detalles informales forman parte de su seña de identidad, como son las faldas hechas de tela tejana reciclada o acabados deshilachados en sus prendas, pero el producto con el que han revolucionado el mercado a nivel mundial es las zapatillas de deporte, con su inconfundible estrella cosida a mano. Se trataba de crear una marca nicho dentro del mercado de lujo, con la que los consumidores de productos exclusivos se sintieran identificados por esta diferenciación. Porque el paradigma del lujo, además de apostar por la experiencia, busca precisamente desmarcarse de los gustos de la mayoría.
En palabras de Marco De Benedetti, director general de Carlyle Europe Partners, el gran atractivo de la firma italiana radica en un modelo de negocio efectivo y en su indiscutible capacidad para innovar y crear, incluso generando polémica, una nueva categoría de zapatillas de deporte de moda de lujo. El objetivo ahora es sacar mayor partido a la marca en Estados Unidos y Asia.


Nacieron en el momento justo y con el estilo adecuado para conquistar los bolsillos más abultados y, a pesar de tener que sortear alguna que otra polémica que comparaba su precio con sus acabados decorativos con cinta adhesiva y haber cambiado en innumerables veces de manos –en febrero de 2020 el grupo Permira firmó la compra de Golden Goose a Carlyle Group por 1.280 millones de euros y Maureen Chiquet, ex consejera delegada de Chanel, es su nueva CEO–, lo cierto es que estas zapatillas han vivido dos década de gloria (y sumando).